La muerte de Manolo Santana copa hoy la prensa deportiva. El papel se ha teñido de luto para despedir a una de nuestras leyendas del tenis más laureadas, a un gran deportista que trascendió como persona, se convirtió en referente a todos los niveles y que, desde ayer, ya descansa en el Olimpo de los más grandes.
Perfiles, anécdotas, rememoraciones de sus gestas… el papel siempre tendrá una relevancia especial para enmarcar y contextualizar fechas históricas. También los informativos, tanto de radio como de televisión, y las redes sociales le han dedicado el espacio y tiempo que se merecía una figura de semejante calado social y deportivo. Todos los aficionados al deporte han despedido con honores a este excelso pionero del tenis, número 1 del mundo en 1965 y campeón de Wimbledon en 1966. La pérdida de este madrileño universal a los 83 años es, sin duda, una noticia triste. Aunque los homenajes y tributos que se le rinden hoy hacen que su marcha sea más llevadera para sus seres queridos. No es consuelo, pero Manolo recibió en vida multitud de premios y homenajes a su trayectoria. El carisma que desprendía es solo comparable a la admiración de una inmensa mayoría de la sociedad, que vio en él, además de un excelente tenista, una persona con unos valores humanos dignos de alabanza.
Desde la Asociación Española de la Prensa Deportiva hemos premiado la labor de Santana a lo largo de los años. Sin ir más lejos, en la Gala Nacional del Deporte celebrada en su querida Málaga en 2016 le otorgamos el premio Leyenda del Deporte. Precisamente, Jesús Álvarez, Vicepresidente Primero de la Asociación y rostro más reconocible de nuestras galas, ha viajado hoy a Marbella para dar personalmente el pésame a sus hijos y demás familia en nombre de nuestra asociación y el suyo propio, ya que les unía un gran afecto que trascendía de lo profesional. Un afecto que, en mayor o menor medida, todo el colectivo de profesionales del periodismo deportivo le hemos mostrado a Manolo Santana en vida. Esa energía, esa vitalidad y ese legado queremos que sigan viviendo en el recuerdo de todos cuantos le conocimos o seguimos su carrera de cerca. Descansa en Paz, Manolo.