El partidazo River-Boca, final de la Copa Libertadores que se jugó el domingo en el estadio Santiago Bernabéu, finalizó sin incidentes y con absoluta normalidad. La Policía Nacional española demostró su gran profesionalidad, su esfuerzo, su capacidad y el saber afrontar un partido tan complicado como el que trajo a Madrid la final de la Copa Libertadores. Pero todos los servicios de seguridad que intervinieron destacaron por su enorme profesionalidad.
Fuentes del dispositivo de seguridad preparado para antes, durante y después del partido señalaron a los compañeros de la Agencia Efe que la operación CABA, como así se bautizó el operativo en referencia al acrónimo de la ciudad de Buenos Aires, ha concluido sin «nada» que reseñar porque todo funcionó dentro de la «más absoluta normalidad».
La operación CABA involucró a unos cuatro mil efectivos, 2.054 de ellos policías nacionales, y ha permitido, entre otras cosas, detectar la llegada de radicales con antecedentes penales en el mismo aeropuerto de Madrid-Barajas Adolfo Suárez.
A las felicitaciones por el trabajo de los policías nacionales que realizó el presidente del Gobierno y el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, al que entrevistó nuestra compañera Mónica Marchante en el transcurso del partido, se han sumado en las últimas horas las de los sindicatos policiales SUP y UFP.
El portavoz del SUP, Ramón Cosío, ha enfatizado que, una vez más, ha quedado demostrada la «enorme profesionalidad» de la Policía Nacional y, en concreto, de todas las unidades que participaron en el dispositivo, desde los antidisturbios hasta los equipos de Caballería o efectivos de Información.
La final de la Copa Libertadores terminó siendo un ejemplo para todos los países, ya que el mundo entero estaba pendiente de lo que pudiese ocurrir en el Santiago Bernabéu, tras los tristes incidentes de Buenos Aires que obligaron a suspender el partido de vuelta. Todos los sistemas de Seguridad y de Sanidad que intervinieron demostraron su altísimo nivel profesional, algo que se vive en todos los partidos que se disputan en nuestro país y que en Primera y Segunda controla LaLiga y en las restantes categorías la Federación Española con las distintas Federaciones territoriales.
También fue elogiado el comportamiento de los seguidores de River Plate y Boca Junior que no provocaron ningún incidente, que se limitaron a animar a sus colores fuera y dentro del estadio y que demostraron que el fútbol es un espectáculo deportivo y no una batalla.
Los miles de periodistas de todos los países que cubrieron este partido especial, final de la Copa Libertadores, allanaron también el terreno con sus comentarios y sus intervenciones, destacando en España el comportamiento profesional de los que trabajaron a pie de calle y en tribuna en las distintas emisoras de radio que apartaron los micrófonos en el momento que algún entrevistado comenzaba a utilizar expresiones mal sonantes o agresivas.