La soprano Montserrat Caballé ha fallecido este sábado en el hospital Sant Pau de Barcelona a los 85 años de edad. La cantante permanecía ingresada desde mediados de septiembre por problemas de vesícula. La barcelonesa más universal será recordada como una de las grandes divas de la música lírica, a la altura de otras grandes voces del Siglo XX como María Callas o Renata Tebaldi. No obstante, el mundo del deporte siempre la tendrá en su Olimpo. Tras su colosal colaboración en 1988 con Freddy Mercury para dar vida al tema “Barcelona”, los Juegos Olímpicos de Barcelona’92 adoptaron la pieza como himno. La magistral interpretación de la barcelonesa y la perfecta conjunción de estilos del vocalista de Queen, hicieron de este tema un icono atemporal íntimamente ligado a una España cargada de ilusión, aquella que mostró al mundo entero el camino a seguir para los Juegos Olímpicos de la era moderna. Aunque, paradójicamente, no llegaron a interpretarlo juntos en la ceremonia inaugural. Mercury murió en 1991 a causa del Sida.
Hoy se nos va el otro gran mito de aquel milagro musical. Este sábado 6 de octubre todo un país llora la muerte de Montserrat Caballé. Aquellos que tuvieron la suerte de conocerla la describen como una mujer con una humanidad desbordante. Su sensibilidad y torrente de voz eran capaces de estremecer a varias generaciones con sus sublimes interpretaciones de libretos clásicos y duetos de ensueño. Su talante conciliador, su humildad, cercanía, carisma y sonrisa perdurarán para siempre. Embajadora universal de la música, hoy quedamos huérfanos de su magia. El funeral se celebrará el lunes al mediodía en el tanatorio de Les Corts, mientras que el velatorio será a partir de las dos de la tarde de mañana domingo en el mismo recinto funerario.