Hoy hemos conocido la triste noticia del fallecimiento del periodista Fernando Llamas. Lamentamos su pérdida y transmitimos nuestras condolencias a sus familiares, amigos y compañeros.
Reproducimos a continuación el obituario que nuestro presidente, Julián Redondo, ha redactado para el diario El Mundo:
Si fuera cierto aquello que dijo Abraham Lincoln, que «lo que importa no son los años de vida sino la vida de los años», hoy el día discurriría como uno más, entre calores y sofocos, pendientes de la enésima «dana», según el lugar de labor o de vacaciones, sin prestar demasiada atención al cambio climático, o apurando las últimas horas en el trabajo antes de salir de estampida. Si aquello fuera cierto, no nos dolería la escapada de Fernando (García) Llamas, «Lleims» para los amigos, otra víctima de una ecuación inexorable: cáncer+sufrimiento=muerte.
Claro que… hay cánceres y cánceres, aunque la palabra, antes del diagnóstico, aterroriza. Ya son varios los tumores que se atajan, sobre todo si se detectan a tiempo -como si los humanos no tuviéramos otra cosa que hacer que ir al médico cuando, sin dolores ni señales, sólo nos preocupa la etapa del Tour o el partido de Atleti, en este caso-. En diciembre del año pasado, a Fernando le descubrieron el tumor (maligno) en el esófago. Nos lo contó en Facebook, el 22-D: «Señorías, ya estoy dándolo todo en una etapa que se supone larga y exigente, pero con el ánimo en todo lo alto y la suerte de no estar solo. Tengo equipos médicos, técnicos y afectivos volcados en mi salud. Contar con una compañera como Rosa y con el amor de mis hijos, hermanos y toda la familia es la garantía de que superaremos los combates que vengan». Siete días después del «anuncio», el 29, empezó con la «quimio».
Fernando, además de «periodista mayor que quiere cambiar el mundo como si tuviera 18 años» -la frase es suya-, era una buena persona, que es lo que se dice de casi todos los que nos dejan, un excelente compañero, que es lo que no se dice de todos los colegas del trabajo, y un profesional brillante. Dejó huella en el Ya, El Independiente, El Sol, As, EL MUNDO, Marca y por extensión en Unidad Editorial, donde se encargaba, por ejemplo, de Motor desde el 9 de noviembre de 2020. Él, que empezó con el fútbol, siguió con el ciclismo y se entusiasmó con el atletismo.
Sí, «Lleims» era un todoterreno, y muy buena gente. E independiente. Y de familia de periodistas, su padre, sus hermanos y su tío, el inolvidable Miguel García Baró con quien tuve la suerte de empezar en el Ya, donde di la alternativa a Fernando; a partir de ahí cubrimos muchas etapas juntos.
El pasado mes de mayo, hace nada, disfrutaba junto a Rosa y sus hijos de unos días de playa en Guardamar. Parecía que entre él y «todo su equipo» habían vencido a la enfermedad… Hasta que la maldita metástasis le invadió sin previo aviso mientras sus días se acortaban; los últimos, un sufrimiento. Descansa en Paz, amigo. También eso te lo has ganado.
Julián Redondo (presidente AEPD)