La Asociación de la Prensa Deportiva del Principado de Asturias celebró el pasado lunes 24 de junio su XXXV Gala del Deporte. El acto, que tuvo lugar en el teatro de la Universidad Laboral de Gijón, estuvo marcado por la emoción y un buen número de momentos entrañables que quedan ya para el recuerdo. Loreto Matilla y Manfredo Álvarez fueron los encargados de dirigir la gala, que arrancó con el discurso de Íñigo Domínguez, presidente de la APDPA.
La Gala del Deporte Asturiano, consolidada tras más de tres décadas ‘en escena’, introdujo en esta edición gran dosis de suspense. A diferencia de años anteriores, el nombre de los premiados de varias categorías fue revelado en el mismo escenario al más puro estilo ‘made in Hollywood’, lo que originó alguna que otra una reacción espontánea desde la platea.
La jugadora de hockey patines Marta Piquero se erigió como mejor deportista del 2018; Toña Is (fútbol), mejor entrenadora; y el Telecable Gijón como mejor club de Asturias de la pasada temporada.
La Federación de Deportes para Personas con Discapacidad recibió el trofeo a la mejor federación, María Echezarreta a la mejor deportista universitaria, Daniel Martín a la promesa asturiana, Carmen López a la mejor deportista adaptada e Isidro Caballero (bolos asturianos) por su labor y difusión del deporte autóctono.
María López, jugadora internacional de hockey hierba, y el balonmanista Raúl Entrerríos se llevaron los Accésits de la Asociación. En este sentido, cabe destacar que el jugador de balonmano compartió la mañana del mismo lunes con cientos de niños de todo Asturias un clinic en el que los más pequeños de la cantera astur pudieron disfrutar de las lecciones y consejos de su ídolo.
El expresidente del Telecable Gijón (hockey femenino), Xuan Ramón Naves, recibió el premio de la Asociación Española de la Prensa Deportiva por su trayectoria.
Retransmitida en directo por la TPA, televisión del Principado, la Gala gozó de gran ritmo audiovisual y tuvo momentos cumbre que trascendieron de lo meramente deportivo.
Uno de ellos fue el protagonizado por Santi Lara, un joven que se está recuperando de un cáncer cerebral y gran admirador de Santi Cazorla. Convaleciente y con una larga terapia por delante, Lara tomó al futbolista asturiano como referencia en el duro trabajo de recuperación. Ambos, tras una temporada de contacto telefónico, se fundieron en un abrazo cuando el joven entregó al jugador del Villarreal el Premio Superación en medio de un gran aplauso.
Otra de las ovaciones de la noche se produjo en el momento que Enrique Castro, hijo de ‘Quini’, subió al estrado a recoger el premio que la prensa deportiva asturiana brindó a su padre por personificar mejor que nadie los Valores Humanos. La Gala, primera sin Quini, rindió homenaje a la joven golfista cántabra Celia Barquín, que recibió el premio Rey Pelayo, también a título póstumo.
Galería del evento: