El deporte, un territorio tradicionalmente dominado por hombres, está experimentando un cambio hacia la igualdad y la normalización de géneros. El periodismo deportivo también. Desde la Asociación se ha inculcado la igualdad de hombres y mujeres en redacciones y cargos en organismos deportivos. De hecho, la que fuera presidenta de la AEPD, Maricarmen Izquierdo, marcó el camino a infinidad de jóvenes periodistas con vocación de información deportiva. Fue la primera periodista que se instaló en los hogares españoles a base de entrevistas y reportajes de temática deportiva para Televisión Española. Lo que antaño fue una anécdota hoy se ha convertido en algo habitual.
En esta nueva etapa, presidida por Julián Redondo, la AEPD continúa con el legado y la responsabilidad de no hacer distinción de género. No obstante, hoy toca hacer balance y podemos estar orgullosos del camino recorrido. Sin ir más lejos, las últimas Galas Nacionales del Deporte han estado protagonizadas por mujeres. El año pasado, en el Teatro Calderón de Valladolid, la gala rindió tributo a deportistas de la talla de Mireia Belmonte, Lydia Valentín, Ruth Beitia, Eva Calvo, Teresa Perales, las integrantes de las selecciones femeninas de gimnasia rítmica, baloncesto, hockey patines o balonmano playa entre otras. Alhambra Nievas, considerada la mejor árbitro de rugby del mundo en 2016 también dejó patente que se puede ser mujer en un deporte de hombres y destacar por encima de los demás independientemente del género.
Hace poco más de una semana, en la Gala Nacional del Deporte celebrada en Castellón, se repetía el patrón. A las Mireia, Lydia y compañía, ya habituales en la gran fiesta del deporte gracias a sus éxitos, se sumaban otras mujeres inspiradores de la talla de Gema Hassen-Bey, Gemma Mengual, las féminas del Atlético, las paralímpicas Nuria Marqués y Sarai Gascón, Joana Pastrana… en definitiva, las mejores de 2017.
El deporte se escribe en femenino y gran parte del éxito evolutivo recae en las periodistas que han hecho posible este cambio social. Castellón, sede de la última gala, cuenta con una presidenta al frente de su Asociación de la Prensa Deportiva, Yolanda Peris. Yolanda simboliza el avance de la mujer en los cargos de responsabilidad, pero no todo está hecho todavía. Carmen Menéndez es otro ejemplo. Compagina su cargo como directora de comunicación de la Federación Española de Piragüismo con la vicepresidencia de la Asociación Asturiana de la Prensa Deportiva. Caso similar a Ruth Rodero, freelance, miembro del departamento de comunicación de la Real Federación Española de Gimnasia e integrante activa de la junta directiva de la asociación vallisoletana de periodistas deportivos. Patri Ruiz Montero, en Málaga, es otro ejemplo a seguir: es vicepresidenta primera de la asociación y responsable de comunicación del Real Club Mediterráneo de Málaga.
En esta línea, desde la Junta Directiva de la AEPD se fijó como objetivo rejuvenecer la edad media de los afiliados, abarcar nuevos puestos de trabajo y adaptarse a los cambios constantes de la profesión. En esta tarea, el papel de la mujer es básico. De un tiempo a esta parte hemos sido testigos de la eclosión de la mujer como profesional de la información deportiva, algo que desde la AEPD valoramos con ilusión y de forma muy positiva.
La Comisión Digital, de reciente creación, también es un claro ejemplo de la normalización e inclusión de la mujer en la actividad periodístico-deportiva. La transformación digital de la Asociación, liderada por mujeres como Natalia Ayala o Cristina Cubero, pasa también por delegadas digitales como Laura Pérez (Málaga), Rosa María Gómez (Albacete), Laura Castro (Tenerife), Eva Castillo (Granada), Silvia Tirado (Castellón) y un gran grupo de profesionales que trabajan a favor de la igualdad más allá de cuotas de representatividad o la utilización de la imagen de la mujer como símbolo de cambio.