La Tarjeta Blanca Coca-Cola despide 2017 con una bonita historia de Fair Play protagonizada por los equipos benjamines de fútbol del CF San Pedro y Huracán de Villarreal, de Castellón. El contexto es el siguiente: ambos se enfrentaron en la final de un torneo solidario el pasado 23 de diciembre, el Huracán vencía 2-3 en el último minuto cuando el árbitro pitó penalti a favor del San Pedro. Hasta aquí, todo sería normal si no fuese porque un jugador del Huracán había cogido el balón con la mano por error, pensando que el partido había terminado ya que había escuchado el pitido de otro encuentro que se estaba jugando en un campo anexo.
Es aquí cuando se fragua la anécdota y el gesto que le ha valido a San Pedro alzarse con el premio Tarjeta Blanca de diciembre: pese a que el penalti era una ocasión única para empatar el partido, tanto el entrenador como el coordinador del San Pedro llamaron de inmediato al capitán para que echase el balón fuera. Más allá del gesto, de una gran deportividad, los técnicos explicaron el por qué de la decisión a los benjamines una vez finalizado el partido. Tras la charla, todo el equipo estuvo de acuerdo en que si hubiera sido al revés, les habría gustado que el otro equipo obrase de igual manera.
El vídeo que colgó el propio club en su página de Facebook con la charla del entrenador no tiene desperdicio: “Hay partidos para ganar y partidos para divertirse”.
Para quienes componen el jurado de Tarjeta Blanca Coca-Cola, éste es, sin duda, un gran ejemplo de Fair Play que resume el espíritu del deporte y el germen de esta iniciativa que premia a aquellos que promueven los valores humanos en la práctica deportiva. ¡Enhorabuena, equipo!
