
Nadar con el corazón. Ese fue el secreto de Mireia Belmonte para conseguir la primera medalla -de bronce en este caso- para el equipo español en los Juegos Olímpicos de Río. No pudo hacer nada ante Katrinka Hosszu, que pulverizó el récord mundial de los 400 estilos. La prueba pasará a los anales de la historia y, para nosotros, Mireia será la protagonista principal. Su bronce la lleva directamente a la Gala Nacional del Deporte de Valladolid. Si sus compromisos deportivos se lo permiten, la AEPD le entregará el premio de Mejor Deportista 2016.
Solo ha competido en una prueba y ya ha conseguido una medalla en una prueba en la todavía no había obtenido medalla. Según los analistas deportivos que mejor la conocen, esta presea es solamente el inicio, ya que todavía no ha disputado las pruebas en las que se siente dominadora.