Durante muchos años, los periodistas deportivos que hemos vividos pegados a las bicicletas entre los años 1985 y 1996 tuvimos la fortuna de compartir con Iñigo Muñoyerro carreteras, salas de prensa y hoteles de España, Francia e Italia. Compartir Vueltas, Tours y Giros. De pequeñas y grandes vueltas. De campeonatos nacionales y mundiales. De disfrutar de su forma de ser y de su estilo periodístico. Hoy miércoles Iñigo no dejó en Bilbao a los 66 años. Se ha ido un pedazo de periodista deportivo que amaba la montaña y el deporte.
Ha sido el ELA el que en muy poco tiempo fue minando su fuerza y su alegría y la que le apartó hoy de nuestro mundo, el de periodistas deportivos. Todos los que pertenecemos a la Asociación Española de la Prensa Deportiva y compartimos muchas horas de trabajo a su lado lo recordaremos siempre y ese recuerdo siempre nos indicará que en la vida se puede ser especial y dar ejemplo con su trabajo.
Este texto que leerán a continuación lo escribió hoy mismo Javier Muñoz en el Correo, su periódico, para decirnos a todos que Iñigo Muñoyerro ya está arriba “en una de esas montañas” que tocan el cielo y que siempre amó.
«Era la antítesis de la afectación y la pedantería, el mejor guía, compañero y amigo que podías encontrar, se tratase de una ascensión a la Montaña Palentina o los Montes de León, de una marcha por el Gorbea o las Merindades burgalesas, o de una etapa del Camino de Santiago. A Iñigo Muñoyerro Ajuriagoxeascoa, periodista de EL CORREO fallecido este miércoles en Bilbao a la edad de 66 años, no le quedaban cumbres que ascender, buzones que revisar, rutas que anotar en su arrugada libreta».