Cuenta Gerard Piqué en ‘La jugada de mi vida‘ que Andrés Iniesta «ha dejado de ser el Andrés inocente que llegó al primer equipo. Nada más. Es el mismo, pero con los años te das cuenta del peso que tiene en un vestuario como el del Barça. Y el peso te da un cierto poder. El problema es cómo lo usas. Andrés siempre lo usa para bien».
Esta reflexión del central azulgrana engloba una parte del encanto de la persona que, encima, es uno de los mejores futbolistas de la historia. Iniesta transmite naturalidad, bondad y ahora madurez. Pero es con la lectura de su vigorosa biografía que se percibe la complejidad de su personalidad, oculta a menudo por la caricatura que se ha impuesto ante sus apaciguadas comparecencias frente a la prensa.
Sin autocomplaciencia. Como es un libro profundo, en la tradición de las grandes biografías de deportistas que se estilan en los países anglosajones, ‘La jugada de mi vida’ descubre las caídas en zonas oscuras del futbolista y sobre todo del ser humano, de las que emerge con la ayuda de su círculo íntimo, de especialistas y de los muchos amigos que le quieren bien. Desarmante candidez de un deportista que, acompañado del infatigable trabajo de Marcos López y la pericia de Ramon Besa, ha conducido un libro que se aparta de las simples sensaciones ante la épica balompédica. No es, para nada, un relato autocomplaciente. Sí tremendamente ameno.
«Podría buscar el titular fácil y decir que la jugada de mi vida es el gol de Johannesburgo o el de Stamford Bridge, pero en realidad de lo que trata es de contar el camino, de cómo he llegado a ser quien soy», explicó el centrocampista azulgrana este jueves en la presentación del libro.
¿Y cómo es? «Tozudo», le describió Marcos López, periodista de esta casa. «Un Tauro», se define él mismo. «¡Un cabezón!», remató de forma espontánea Mari, la madre del futbolista, desde la zona del público asistente. Todos rieron. Y, en cambio, es gracias a esta seriedad e insistencia que existe el libro, según atestiguaron los dos periodistas que le han acompañado en este viaje de cuatro años.
«Cariño y sentimiento». Aparece el relato instrospectivo, pero el libro se abre al testimonio de unas 100 personas que conviven con Iniesta o lo han conocido en momentos cruciales, a través de los cuales se forja un perfil total. Desde su niñez en Fuentealbilla, su traslado a la Masia y su consagración futbolística y humana, casado, con dos hijos y una visión madura de sí mismo. «Nos creíamos que conocíamos a Iniesta y la realidad es que no teníamos ni idea», certificó Marcos. «No es nada fácil descifrarle», añadió.
Hubo consenso en la sala en que no existe en España un libro así de un futbolista. «Existe por el compromiso y la tenacidad de Andrés, que se ha mostrado transparente y sin miedo a compartir», remarcó Besa, la B del grupo de chat que crearon, la ABM, un tridente de constancia y rigor. «Cuando entras en un proyecto vinculado a ti -contó Iniesta- quieres que salga perfecto. Le he puesto cariño y sentimiento y ojalá la gente lo pueda disfrutar».
La vida y el deporte. Convenía escuchar por qué se decidió el jugador a hacer balance con 28 años, ahora 32, con una carrera con suficiente recorrido aún por delante. «Hacía mucho tiempo que tenía esa ilusión, esa cosa dentro de decir: ‘quiero compartir, hablar, expresar lo que ha sido mi vida y sus momentos importantes, cómo interpreto la vida y el deporte'». Y quiso hacerlo, dijo, «con esos dos fenómenos», los que se sentaban a su lado.
Enfrente tenía al presidente del FC Barcelona, Josep Maria Bartomeu. Pero sobre tenía a su familia, sus padres, su mujer, su abuela, sus dos hijos, la pequeña Valeria y el pequeño Paolo Andrea, inquieto, haciéndose oír, fiel al apodo de «terremoto» que le ha puesto su padre. Estaba su mundo. Estaba completo.
Fuente: El Periódico. Haz clic aquí para acceder a la noticia.